Uno de los sitios más mencionados últimamente es Tula, Hidalgo. Su tradición está tan llena de pasajes interesantes como de romanticismos. Hoy en día a la ciudad de Tula se puede visitar para encontrar tanto turismo deportivo, como interés escolástico o cocmo vacación familiar, eso sin dejar a un lado el gran gusto culinario de la ciudad. Tula es una zona cuya historia se remite a los años prehispánicos. Esta ciudad fue fundada por el dios de la serpiente emplumada, lo cual le otorgó una consideración muy importante en la región a la civilización Tolteca, en cuanto a poder político como económico. Hoy en día esta población es el domicilio de una de las más grandes sitios arqueológicos que continúan sorprendiendo a entendidos en la materia. El sitio arquelógico posee varias partes entre las que sobresalen el centro ceremonial, las canchas de juego de pelota y los famosos gigantes de Tula, que son unos monolítos de envergadura maravillosa y cuya verdad está llena de misterios que a la fecha no han podido ser revelados. Igualmente es significativo visitar el museo arqueológico que se haya paralelo a la la puerta más importante a la zona. En este museo están demostradas todas las zonas de la zona arqueológica y su funcionamiento en la época de los toltecas. También podemos ver todos los estilos de artesanía que se labraba en esos años. Esta ciudad es también popular por los grandes murales que la adornan. El principal de ellos se halla en el famoso escenario sin techo en el corazón de Tula, donde se realizan eventos de fama internacional todos los años. Para estar al tanto de la disponibilidad de los conciertos se sugiere consultar la programación con anterioridad para asegurar lugares. Otro elemento clave en Tula es su cocina, la cual es de las más elogiadas en el mundo. Es casi una obligación entrar al Mercado Municipal en donde sirven platos como barbacoa, tamales y con suerte se hay mujeres vendiendo los famosos escamoles. Otra alternativa para la buena sazón es el comedor El Molino Rojo que cuenta con más de 30 años de tradición, aquí la especialidad son los Chinicuiles, servidos con tostadas. Un platillo esencial son los pastes, unas empanadas de crjientes y gruesas rellenas de platillos como jamón o frijol, simplemente una exquisitez que sería un error pasar por alto. Este es un platillo cuya receta se remonta a la era prehispánica y su gusto es una maravilla. Para que su visita a Tula sea lo más cómoda posible, les sugerimos dar click aquí para dar con un resort de altura y con precios accesibles.
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Laura Medina
Amo viajar y amo la fotografía. Archivos
Febrero 2019
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